Voy a llevar Invisalign: ¿me dolerá?

Una de las mayores preocupaciones del paciente que se va a poner por primera vez una ortodoncia es los dolores y molestias que va a sufrir hasta la finalización del tratamiento. Por ello vamos a resolver una pregunta muy habitual en las consultas que es si llevar Invisalign duele.

Qué es Invisalign

Para conseguir reubicar todas las piezas dentales en el lugar correcto y garantizar una buena estética y funcionalidad, en muchos casos es necesario recurrir a la ortodoncia.

Delas diferentes opciones disponibles actualmente, Invisalign es una de las más interesantes precisamente porque forma parte del grupo de ortodoncias invisibles, ofreciendo fantásticos resultados, ya que permite realizar todo tipo de correcciones.

Básicamente es un tratamiento invisible e indoloro en comparación con otros tipos de ortodoncia, el cual se basa en el intercambio de férulas transparentes que serán las que se encargarán de ir modificando la posición de las piezas dentales.

¿Duele llevar Invisalign?

Al colocarnos una ortodoncia, lo primero que nos preocupa normalmente es si vamos a sufrir dolor, y en este sentido tenemos la buena noticia, ya que Invisalign es el tipo de ortodoncia menos doloroso de todos los existentes en la actualidad.

Esto no quita que cada vez que cambiemos de férula podamos sentir una ligera molestia durante un par de días, pero disfrutaremos de una ventaja importante que es que no vamos a sufrir las heridas que se desarrollan con otras alternativas como es el caso de la ortodoncia con brackets.

Otras ventajas de Invisalign

Además de ser el tipo de ortodoncia menos doloroso, también es más estético, puesto que es prácticamente invisible incluso aunque se trate de distancias cortas.

A esto hay que añadir que se puede extraer en momentos puntuales, por ejemplo para comer o realizar la higiene bucal diaria, así como en aquellas ocasiones que se requiera, como cuando vamos a acudir a una exposición, un acto social o similares.

Es más higiénico, puesto que es mucho más fácil de limpiar, y garantiza la máxima accesibilidad para la higiene bucodental, a lo que hay que añadir que no vamos a tener que renunciar a ningún tipo de alimento, puesto que incluso los más duros los podremos masticar al retirar la férula.