Fracturas dentales y bruxismo

Aunque el bruxismo no es un problema estrictamente odontológico, son los dientes los que se llevan la peor parte cuando el paciente sufre este trastorno.

Por lo tanto se hace necesaria una intervención rápida en la boca para evitar daños dentales severos, como posibles fracturas, en tanto se resuelve la situación psicológica del paciente.

¿Qué es el bruxismo?

El bruxismo es el hábito repetitivo y compulsivo de rechinar los dientes. La etiología del trastorno es somática y normalmente responde a situaciones de stress, ansiedad o angustia que el paciente no puede controlar.

La acción de rechinar los dientes es la manera en la que el afectado intenta liberarse de sus tensiones internas.

Consecuencias

Según indican los dentistas en Vicalvaro, en los casos leves, el bruxismo supone un desgaste prematuro de las piezas dentales. Pero en los graves, quien padece de bruxismo es capaz de ejercer una presión y una fricción brutales sobre sus dientes, llegando incluso a provocarse fisuras y fracturas dentales.

Son comunes también las alteraciones auditivas, visuales, mandibulares y del cuello, incluyendo dolores, cefaleas y migrañas.

Por tanto, no hablamos de un hábito inofensivo, sino de un grave problema de salud.

Tratamientos del bruxismo

Dado que el origen de la enfermedad es psíquico, el tratamiento tiene que ser doble:

Intervención odontológica

El odontólogo se vale de las férulas de descarga para reducir la tendencia al bruxismo y minimizar los daños que el hábito ocasiona en los dientes.

Otras intervenciones incluyen la reconstrucción de las piezas dentarias desgastadas o fracturadas.

Terapia psicológica

La intervención del odontólogo minimizará y reparará los estragos sufridos por la dentadura de quien padece bruxismo. Pero poca utilidad tendrá si no se consigue que la persona afectada elimine el hábito de rechinar los dientes.

Para ello es necesario que el paciente se someta a terapia psicológica. El psicólogo iniciará un programa gradual para que el enfermo controle sus impulsos reflejos y posteriormente abandone el hábito.

En los casos más graves es necesaria la utilización de medicación psiquiátrica para controlar la ansiedad, el stress o la sensación de angustia.